viernes, 27 de noviembre de 2015

Misterios sin resolver: La bolsa de veneno de las serpientes


   Existencias referencias de todo una infinidad de misterios sin resolver, por un lado porque se tienen pruebas y por otro lado porque se demuestra que no hay tal misterio. En la mayoría de las ocasiones basta una foto falsa, un testimonio con contradicciones o la carencia de pruebas científicas. El siguiente misterio es una situación que supera lo comprobable y lo no comprobable, para explicar siguiente el caso en forma concreta se carece por completo de cualquier prueba. 

   El fenómeno al cual se hace referencia es el siguiente: hay quienes aseguran que han visto como las serpientes, para poder beber agua, colocan sobre una piedra su bolsa de veneno —nos referimos concretamente a serpientes de cascabel y coralillo—, y posteriormente regresan por su bolsa. El algo que siempre sucede junto a ríos; la supuesta bolsa es colocada lejos del agua, muchas personas lo han visto pero nadie ha guardado dicha bolsa de veneno. La forma de dicho objeto (lo llamaremos así en este artículo) es algo parecido a un baboso enroscado, otras personas mencionan que parece un pequeño huevo amarillo, pero quienes se han acercado y lo han tocado sienten el deseo de arrojarlo lejos. 

   
   Los profesionales en el tema de las serpientes han demostrado que lo anterior es completamente imposible; las glándulas que contiene el veneno sólo se pueden extirpar mediante una cirugía. Por tanto el animal no puede desprenderse de tan importante órgano, y beber agua no afecta en nada la producción de veneno ni el paso del líquido a través de su garganta. 

   Lo que sucede cuando la serpiente pierde la supuesta bolsa de veneno es increíble. La serpiente la busca a su alrededor en forma desesperada, dando vueltas y regresando de todo lugar en que busca, incluso subiéndose a un árbol para indagar a lo lejos. Cuando no la encuentra al serpiente se alza sobre su cola y comienza a golpear su cabeza hasta morir; otras ocasiones se enrosca hasta la mitad y junto a un árbol se golpea con fuerza la cabeza, también lo hace hasta morir. Pareciera como si dependiera de ese objeto para vivir o como si una fuerza externa azotara el animal hasta matarlo. La serpiente no queda inconsciente, siempre se suicida por su error. 

  


   Un hecho muy extraño, ya que no tiene explicación científica, primero su glándula de veneno no puede retirarla por voluntad propia la serpiente, y por otra parte siempre se quita la vida de la misma forma y queda todo un conjunto de preguntas por resolver ¿Qué objeto es en realidad? ¿Por qué prefiere morir al no encontrarlo? ¿En realidad nadie ha guardado dicho objeto?

  Las personas que han presenciado dicho fenómeno son gente del campo, y no se han cuestionado realmente la naturaleza de dicho objeto ni lo han analizado, si alguna personal lo ha guardado no cuenta lo que ha encontrado, hay que señalar que nadie lo ha tocado con sus propias manos. Parece una historia rural pero es un fenómeno visto y relatado en las anécdotas orales de muchos pueblos. Un hecho sin explicación y sin nada que lo respalde. Un misterio dentro del mundo del misterio.


sábado, 21 de noviembre de 2015

El duende Ganon, por Joel Correa


—Si hay algo que podemos hacer es cerrar las puertas, los duendes por las ventanas no pueden entrar, requieren un permiso para hacerlo; y a todo esto ¿Para qué quieren saberlo? —El elfo tomó su pipa de luz etérea y la colocó sobre su frente—. El problema de saber es que cada vez queremos saber más. Ese fue el problema de Ganon, él no podía detenerse frente a cada objeto mágico que encontraba a su paso…
          —Maestro Turbi, ¿cuándo tendremos nuestra lanza mágica?
—¡Calma! No basta con tener en posesión un objeto mágico, hay que saber usarlo, por eso Ganon quedó confinado dentro de un contenedor trasparente de un ser humano.
—Los seres humanos son horribles.

***

Ganon terminó sus días dentro de un frasco con formol, su dueño era un viejo hojalatero que no paraba de mirarlo cada mañana. En algunas ocasiones el hombre —llamado Julián— se convencía que lo que había capturado era un conejo, luego una serpiente con patas y otras un ave rastrera. Lo que resultaba más extraño eran sus enormes ojos color violeta que observaban algo en el horizonte. El animal —o duende como llegó a creer el final— ya estaba muerto y había algo raro en la forma en que miraba, era como si se pudieran leer sus pensamientos... El hojalatero sabía que ese ser aún estaba vivo.

***

          —¡Deberías ya tirar eso a la basura! Esa cosa debe ser un gato apachurrado, en el documental de anoche mostraban como hacían los aliens. Los preparan quitándoles el pelaje, luego en la piel les hacen cosas y los pintan de colores. Cuando un chango nace deforme les hacen esas cosas y ahí lo tienes.
—Te digo que no, yo lo agarré colocando un chip de computadora dentro del frasco, se metió dentro y saltaba y saltaba, lo he pensado mucho y estoy seguro que debe ser un duende.
—¡Un duende! si eso fuera te habrías muerto de un ataque al corazón.

Julián sostuvo con orgullo su frasco con formol y prefirió llevarlo al fondo del sótano. Hermelinda, su esposa no quería ver el supuesto duende por nada del mundo. 

Fin


jueves, 23 de julio de 2015

Sistema central de creencias, por Joel Correa


Aclaración: El siguiente texto es complementario [y con fines personales] a las creencias de JG Ballard con objetivo de sobrevivir y entender la actualidad (quienes hay leído la obra del mencionado autor lo entenderán).


Día uno de creencias

Creo en el poder terapéutico de las fotografías de Carmen Electra, en la capacidad reconfortante de las compras en los supermercados….

Día dos de creencias

Creo en la inutilidad de los zoológicos que trasmiten vía Internet, en la soledad de los grandes cultivos, en los secretos de Jaime Maussan y Jiménez del Oso…

Día tres de creencias

Creo en los conteos regresivos de la NASA, en los números romanos y en el 9-11 como el comienzo de una nueva civilización…

Día cuatro de creencias

Creo en la motivación de la imaginación al andar a pie en calles aburridas, en los letreros “En venta” de los bancos abandonados, en la chatarra junto a la carretera…

Día cinco de creencias

Creo en la liberación del individuo por medio de los desnudos en Tumblr e Instagram, en la búsqueda de la realidad con las cámaras de 1.3 megapixels…

Día seis de creencias

Creo en la mujer de Instagram que cambia el mundo sin que nos demos cuenta de ello, en Kate del Castillo en su visita imaginaria a mi negocio…

Día siete de creencias

Creo en la madurez envasada en la loción English Leader, en la intercesión milagrosa de los santos desconocidos y no populares gracias una breve oración…

Día ocho de creencias

Creo en los pueblos que tienen capillas de distintas religiones, en la diversión que brindan los payasos en el transporte público…

Día nueve de creencias

Creo en las personas que dan todo tipo de opiniones en nombre de la ciencia, en el reconocimiento que buscan los ergonomistas y diseñadores gráficos por su aportación al cambio de nuestro mundo…

Día diez de creencias

Creo en los desayunos de huevo con jamón en los centros vacacionales, en las películas de los autobuses de primera clase…

Día once de creencias

Creo en la soledad de las autopistas, en el secreto que guarda las doce horas del reloj y los doce símbolos de zodíaco…

Día doce de creencias

Creo en la soledad, la diversión, el aburrimiento, las fiestas patronales, las estaciones de radio locales, en la búsqueda de Caroline Munro, en el auto de James Dean, en los códigos bancarios, en la misión salvadora de la Agencia Espacial Mexicana… en la inutilidad de creer…


viernes, 26 de junio de 2015

El planeta de los dinosaurios (1978)

La nave nodriza KL-990 Odyssey explora un planeta azul –muy parecido a la Tierra- el cual visitan, al parecer, para diversas investigaciones. En el momento que se acercan al planeta el capitán Lee Norsythe anuncia, junto con su asistente Nyla, que se tienen problemas con el reactor de la nave, por lo cual la tripulación decide escapar de la nave para refugiarse mientras recibe apoyo. La nave explota antes de emitir una señal de auxilio. Logran aterrizar todos sin ningún problema además de descubrir que el planeta tiene una atmosfera respirable.

Justo en el momento de aterrizar en un lago logran rescatar todo su equipo de defensa y comunicaciones… sin embargo Cindy, encargada de comunicaciones, no logra sobrevivir debido a una desconocida bestia marina que la ataca y la devora. A pesar de todo deciden continuar con optimismo para establecer una base y ser rescatados. 

Entre los peligros que les esperan se encuentra una araña gigante, un allosaurios, un tiranosaurio gigante y un stycosaurio, se trata de un planeta hostil lleno de animales y plantas de la prehistória. 


El tiranosaurio es el cazador principal y la tripulación su presa; son atacados constantemente y devorados algunos de ellos. Se defienden con sus armas y arcos que logran fabricar, al final quedan únicamente cinco sobrevivientes, sin tecnología, defendiéndose contra los dinosaurios preparando refugios y trampas para tan terrible cazador. Posteriormente sus armas laser y de calor ya no funcionan, no pueden comunicarse con las naves de apoyo y dudan que puedan ser rescatados. 

El equipo sufre constantes ataques de los dinosaurios y su apoyo mutuo se vuelve su arma principal… como lo es desde un principio en la película. Finalmente quedan atrapados, por decirlo de una manera, en un planeta primitivo pero también en un nuevo hogar. Un mundo lleno de muerte pero también de amor… y en el cual ellos tendrán que encontrar su destino.



Para disfrutar del Planeta de los Dinosaurios tenemos que analizar dos perspectivas. La primera como la aventura de la tripulación de la nave Odyssey en un mundo primitivo, en la cual pierden su tecnología y son diezmados; y por otro lado la de un grupo de seres humanos que tendrán que formar un nuevo hogar al haber perdido el contacto con los suyos, con una tecnología precaria, rodeados de muerte pero con la posibilidad de sobrevivir gracias al amor y la fuerza del destino. 

Una película que sin duda tendremos que disfrutar, y sobre todo básica para todos aquellos amantes de la ciencia ficción y de las animaciones.

Datos principales: Los actores principales son James Whitworth, Pamela Bottaro, Louie Lawless, Harvey Shain, Charlotte Speer, Chuck Pennington, Derna Wylde, Michael Thayer y Mary Appleseth. Producida y dirigida por James K. Shea y basada en la historia de Anne McCaffrey. Ganó el premio Saturn a la mejor película de ciencia ficción del año 1978. 

La siguiente relacion obtenida de Wikipedia es una excelente referencia de los protagonistas. 

Actor                            Personaje 

James Whitworth      Jim 
Pamela Bottaro          Nyla 
Louie Lawless             Capitán Lee Norsythe 
Harvey Shain              Harvey Baylor 
Charlotte Speer          Charlotte 
Chuck Pennington     Chuck 
Derna Wylde               Derna Lee 
Max Thayer                 Mike 
Mary Appleseth          Cindy 


miércoles, 24 de junio de 2015

1984 de George Orwell

Winston Smith es funcionario de un duro régimen político, un gobierno capaz incluso de cambiar la historia para mantener posición. Su trabajo en el Ministerio de la Verdad tampoco es muy agradable, es encargado de prensa y de modificar toda noticia que hable mal del partido. El régimen (llamado también el Gran Hermano) es una mezcla de comunismo, nazismo y marketing en el cual todos los ciudadanos son vigilados por las telepantallas (cristales oscurecidos superpuestos en las paredes de todo lugar de la ciudad). 


Por medio de la televisión las personas son vigiladas detenidamente, al grado de observar los gestos y las miradas cuando se habla de temas políticos. Nadie puede escapar de la mirada del Gran Hermano, quienes lo hacen simplemente son fulminados, es decir, desaparecen de todos los registros… además de morir no queda su registro ni en la memoria ni en la historia. 

“La sola pertenencia del individuo eran unos pocos centímetros cúbicos en el interior de su cráneo”

La vigilancia permanente de toda persona incluyendo funcionarios hace imposible la escapatoria, y es en este mundo distópico donde Winston conoce Julia. La policía del pensamiento es una sección encargada de vigilar la sexualidad y la relación entre individuos, ahí Julia es una de sus principales militantes de la liga anti-sex (sección encargada de evitar la sexualidad cargada de erotismo). Winston no ve con buenos ojos a Julia en un principio, considera que puede ser una trampa para delatarlo y mostrarlo como traidor al sistema. Con el paso del tiempo se comunican entre las multitudes, lugar en el cual pueden intercambiar algunas palabras sin ser visto por las telepantallas; logrando Julia finalmente enamorar a Winston. 

Winston es un hombre divorciado y Julia aún es joven, su unión puede ser un afrenta contra el partido por lo que peligran en cada una de sus conversaciones.

“El enemigo principal no era el amor sino que este estuviera cargado de erotismo, en el matrimonio o fuera de este. El acto sexual, hecho en plenitud era un acto de rebeldía. El deseo mismo era un crimen.”

Una muestra del daño atroz del fanatismo político es la vida de los hijos de la señora Parson (amiga de Winston). La mujer es golpeada y amenazada todo el tiempo por sus hijos, peligrando incluso su vida si la denuncian por sedición contra el partido.

“¡Traidor! ¡Criminal mental! – Gritaban los niños siempre que jugaban” 


Todas las características del régimen del Gran Hermano son escritas por Winston en su diario, que simplemente tituló 1984, dado que él desconocía el año y el periodo histórico en que vivía. 

Una novela profética de los tiempos que vivimos. La vigilancia a través de las videocámaras de las pantallas de televisión y teléfonos móviles es parte cotidiana de la nuestras vidas, y sin saber si realmente nos vigilan… o puedan vernos como enemigos potenciales. 

“El desarrollo de la televisión volvió posible recibir y emitir a un tiempo en el mismo aparato, con lo que acabo definitivamente con la privacidad. Todos los ciudadanos, o al menos aquellos que poseían suficiente importancia para que se les vigilara podían ser sometidos las veinticuatro horas del día a la permanente observación de la policía. Se dieron las condiciones para la abolición de la propiedad privada.”


domingo, 21 de junio de 2015

Mr. Mercedes de Stephen King

Brady Hartsfield lleva a cabo una matanza en una feria del empleo en un edificio denominado el Centro Cívico, una de las víctimas es una madre de familia con su pequeña niña. 

Una multitud de desempleados, en el frío de la madrugada, esperaban obtener un nuevo empleo cuando el psicópata Brady se lanza contra ellos en un automóvil a toda velocidad con sus venas llenas de odio y puesta una máscara de payaso. Minutos antes había robado el Mercedes de una zona residencial, planeado ya con antelación el asesinato de las personas que resistían el frío de la noche. Mueren ocho personas y quince quedan gravemente heridas. 

El asesino escapa sin dejar huella dejando un dolor inmenso en muchas familias.

Unos meses después el inspector Bill Hodges, ya jubilado y con muchos kilos de peso frente a su televisor, recibe una carta del llamado asesino del Mercedes. Hodges tiene una vida sedentaria en la que trata de olvidar los casos no resueltos durante su trabajo como policía, pero al recibir la misiva decide visitar a su amigo Pete, que aún está en servicio, para preguntar sobre el caso. En la carta enviada al inspector el loco Brady asegura que no tiene intención de cometer más crímenes; Hodges no está muy seguro de ello.

Lo que no saben, ni el asesino ni el inspector, es que muy pronto se celebrará un gran concierto en la ciudad, hecho que catapulta el suspenso de la novela. La situación se complica cuando cientos de vidas están en juego.

Mr. Mercedes es sin duda otra gran novela de Stephen King, y con una gran narrativa demuestra que sigue en la cima de su fama.

Stephen es conocido por sus títulos como El resplandor, Carrie, It y Cementerio de animales y con esta nueva novela vuelve a la carga con una narrativa dura y personajes cínicos que caracterizan su escritura, demostrando que es el amo y señor de la narrativa de horror actual.



martes, 28 de abril de 2015

Arquitectura fallida, parte 1/5. Joel Correa.

Sin duda la ciudad es algo más allá de lo que contemplamos con nuestros ojos, en la actualidad se tienen nuevos elementos en el territorio que habitamos… y es posible que la ciudad ya no sea tan importante. Zonas industriales, conjuntos residenciales, áreas protegidas, industrias agrícolas, puertos, aduanas, autopistas, son elementos que pueden aportar más recursos y tecnología que la ciudad misma. Podemos considerar nuestro espacio urbano el área donde habitamos y obtenemos cultura pero como espacio administrativo y económico la ciudad ya no es un elemento preponderante.


En la novela El nombre de la rosa, de Umberto Eco se habla de la ciudad como un elemento de perdición, un lugar donde los sacerdotes cometen sodomía y pecado, un sitio donde además se tienen mejores libros y más dinero que en las abadías. La novela el nombre de la rosa se centra en un tiempo en el cual los monasterios han perdido su poder económico y político. La ciudad se vuelve el centro de la economía, la cultura y la política; un momento en que la plasticidad de un elemento espacial sustituye al de otro. Incluso surgen las universidades las cuales toman el control del conocimiento. 

Actualmente los entornos industriales proporcionan innovaciones tecnológicas y recursos económicos en mayor medida que las ciudades. Por ello los gobiernos brindan mayores apoyos a empresas que a ciudades. Por ejemplo para las empresas el agua, electricidad y tecnología de comunicaciones cuentan con un costo menor que el que paga un ciudadano común. Las zonas industriales aportan mejoras a la economía al generar empleo y empresas en tecnologías relacionadas, por ejemplo la industria automotriz y los materiales relacionados a esta como son seguros y mantenimiento. 

Lo anterior es un motivo por el cual en las ciudades se tiene carencia de inversión en espacios públicos y se presentan lugares que se vuelven innecesarios con el paso del tiempo. En muchos espacios abandonados la avaricia, el despilfarro económico, conflictos, egoísmo entre ciudades y mala planificación son la causa de su abandono. Al final nos queda lo que llamamos elefantes blancos y que no pueden ni utilizarse ni desmantelarse.

Las arquitecturas fallidas pueden considerarse espacios vacíos de nuestra sociedad pero para el imaginario son la fuente de ricas historias de deseos de exploración a lo desconocido.

En Salvatierra Guanajuato se tienen arquitecturas que en su momento tuvieron éxito, otras que no fue necesaria su construcción y algunas abandonadas por falta de recursos. La arquitectura fallida nos permite reflexionar sobre el destino de las ciudades y de la sociedad. El mercado ubicado junto a la hacienda El Mayorazgo es un claro ejemplo, el mercado fue construido y nunca se utilizó. Aquí algunas imágenes.











martes, 24 de marzo de 2015

El grupo de universitarios en Salvatierra

Eran las diez de la mañana y un autobús de pasajeros de primera clase entra a la ciudad, de esos que no se ven tan seguido fuera de periodo vacacional. Un autobús con pocos pasajeros, algo raro porque vehículo de tan gran calado es mejor llenarlo para solventar su uso. Lo primero que uno piensa es “son turistas que vienen a ver nuestra tranquila ciudad” y lo siguiente que uno piensa –por los sentimientos de fraternidad que tenemos -hacía toda persona- es ¿quién los atenderá? ¿Llegarán a buen alojamiento? Y cosas así, en un pueblo mágico la atención hacia el visitante es lo primero, como ya en muchas ocasiones hay quienes vinieron a visitar nuestras iglesias y la espléndida Parroquia de nuestra señora de la Luz. Para exaltar nuestra ciudad tenemos San Francisco, El Carmen, Capuchinas y Las ardillas –iglesia de la Virgen de Guadalupe, casa de la cultura, la universidad- y así, podemos numerar también casonas y plazas públicas.

Recorrí la ciudad esperando ver tan agradable visita, que seguro llegaron a desayunar a la Veranda o a un café a la Plaza colonial, pues para finalizar cinco de la tarde y se encuentra la Parroquia de nuestra señora de la luz. A lo lejos se ve alguien que explica de forma profesional cada elemento de la parroquia, ésta línea esto, ésta imagen aquello, el color por este motivo, un guía de turista muy profesional o un arquitecto muy bien preparado, con tanta desenvoltura que resaltaba toda una vida en el tema, voz alta, clara, buen ritmo. Su foro, un grupo de estudiantes cuyo registro al verlos era claramente de alumnos universitarios en arquitectura, muy limpios, muy atentos, con el cuidado de poner atención y no contrariar al que seguro era su profesor; chicos apenas los veinte y poco años. Y ahí estaban que el grupo debió haber llegado a la ciudad con un profesor… y que mejor lugar que Salvatierra para aprender arquitectura. En la ciudad se aprende a reconocer un arco, una torre, una almena, un friso, un relieve, el barroco, el romano… en fin algo de armonía, color y texturas muy propias de la España de oro. Y qué decir del carácter de la ciudad que aun preserva esa época… 

El caso es que en parroquia los visitantes aprendían y veían la grandeza de la arquitectura y el buen gusto, todo con fotos, notas, mirada paciente al profesor; su profesor en cambio paciente y de dialogo inacabable. Justo en el momento cumbre entra una mujer y hace una interrupción, ya estaban en el altar revisando detalles y se escucha “no puede haber visitas sin el permiso del señor cura” “Señora, no puede interrumpirme así, yo estoy en pleno dialogo” “tiene que salir” “¡escúcheme!” “hay indicaciones que salga” ¿Qué hace el profesor? Pues hace una señal a sus alumnos que ya alarmados se miran entre sí diciendo “Viene una pelea”, seguro ya habían visto mucha veces a su profesor enojado. Pues salen de la parroquia y el profesor tratando de hacer saliva; que los que saben de hablar en auditorios sabrán lo que cuesta el ritmo. Y los alumnos apenas salen apenados, como si supieran ya lo que les esperaba. 

Salen a otro portal y la gente los mira bien, el profesor explicando algo rápido. Todo más cómodo, admiran la ciudad contemplando detalles que sólo ellos saben identificar, seguro se trataba de perspectivas, profundidad, luminosidad y con mucha habilidad tomaron fotografías. Llegan a un restaurant y algo dice el dueño, el caso es que ahí solo se quedan unos minutos para después ir a ver las casonas. Un punto en contra de la ciudad lo ocurrido en la parroquia pero se notaban admirados, seguro en otros lugares los recibieron bien, y seguro lo ocurrido fue un percance menor, la falta de tacto, el no entrar a una oficina y preguntar, el esperar un permiso, la señora que daba indicaciones ser más paciente y buscar alternativas… en fin no caer a pedradas con el pueblo que nos visita. 

En resumen se notaban admirados ¿Qué falto? Seguramente un respaldo por parte del municipio, seguro algunos trámites menores y seguro comprometernos más con algunas ciudades, universidades e instituciones. 

Que se puede decir de los alumnos a futuro: pues que seguro los podremos ver, que si alguien conocerá el tema serán ellos “hey yo estuve aquí una vez y faltaba tal remodelación” “vi los arcos, de lo mejor” “gracias a la visita vive aún el estilo arquitectos de la España de oro” “ahí comencé el proyecto de restauración gracias a la visita”… en fin gente de bien que nos ayudará a embellecer la ciudad de forma profesional algún día, gente con conocimientos para preservar nuestra cultura. 

Tal vez fue un mal paso, un mal inicio, pero la próxima vez que vengan tendremos que recibirles… y años después seguramente nos dirán “Que bella ciudad, da alegría visitarlas siempre”.


viernes, 13 de marzo de 2015

Atmófera Cero (Outland)

Atmósfera Cero (título en inglés: Outland) es una película del año 1981 ubicada en el género de ciencia ficción, y que en realidad es una de las mejores películas policíacas. Fue dirigida por Peter Hyams y su reparto cuenta con Sean Connery –con una excelente actuación-, Peter Boyle, Kika Markham y Frances Sternhagen. 

Ubicada en el futuro el agente O’Niel (Sean Connery) es enviado a una mina en la luna Io del planeta Júpiter para investigar los suicidios de tres obreros. Cuando inicia la película uno de los trabajadores, al comenzar a sentirse nervioso y quitándose el traje protector para exponerse al vacío del espacio -comienza a gritar al sentir que lo ataca una araña- los compañeros le piden que no se quite el traje pero lamentablemente pierde la vida.


El agente O’Niel llega con su familia como nuevo encargado del cuerpo del orden, encontrado un cuartel lleno de pereza junto con un ambiente propio del narcotráfico de estupefacientes: descuidos y corrupción en las investigaciones. Comienza tomando nota de las conversaciones y alianzas entre los trabajadores para finalmente encontrarse sólo en la lucha contra las drogas, sus subordinados lo ayudan cada vez menos. Su audacia a esclarecer lo hechos pondrá su vida en peligro y ni siquiera la violencia dentro del complejo hace que abandone  su trabajo como policía. 


Al investigar una de las muertes O'Niel descubre el posible uso de una droga peligrosa llamada eutimol-policlorhídrico, la cual aumenta enormemente la productividad de los mineros pero con el tiempo provoca demencia y psicosis. 

O'Niel investiga al gerente Sheppard, al que enfrenta, y éste le informa que los obreros no quieren que los envíos de drogas se detengan. Con el apoyo de las cámaras de seguridad vigila a dos traficantes, y logra detener a uno de ellos. Posteriormente el detenido es asesinado, y el sargento Montone -uno de sus principales ayudantes- aparece estrangulado.



Se puede considerar dentro del género policíaco - a pesar de ser completamente futurista por el avance de la trama y la detallada investigación que realiza O’Neal junto con la única médico de complejo. Una película que nos muestra que a pesar de los avances tecnológicos que se tengan la violencia en la Tierra siempre tendrá una utilidad. Cuando el agente tiene que luchar contra la corrupción de la estación de extracción de minerales tiene que pelear de forma implacable, tal como lo haría en cualquier ciudad de la tierra... tal cómo lo haría en cualquier lugar lleno de corrupción, demostrando que un policía es un policía en cualquier lugar. 

martes, 27 de enero de 2015

Una noche en el panteón, por Joel Correa


Arturo se acercó al velador del panteón por su espalda, éste se encontraba viendo televisión en su oficina; el tipo de vigilantes que no esperan a alguien tan temprano. Sentado con el cuerpo flojo y sin apartar la vista de una aburrida película a blanco y negro no escuchó lo pasos que lo acechaban. Arturo tomó un palo de escoba y le dio un fuerte golpe en la cabeza, fue tan directo y en la cima del cráneo que el hombre se desmayó, había recibido un golpe directo pero no había muerto, él no tenía intenciones de asesinarlo por lo que lo amarró y lo colocó sobre un viejo sillón. Todo había comenzado, lo considerarían un delincuente y por la edad del velador podrían acusarlo de intento de homicidio, pero nada importaba, lo importante era que logaría el propósito de esa noche: pasar una noche en el panteón. Después de salir el teléfono no lo había desconectado, ni tampoco busco un sistema de radio en la oficina, pero ya  era demasiado tarde, había tomado el reto y bastaba esperar a que amaneciera. Quería demostrarles a todos que no era un cobarde.

Durante la noche se sintió aburrido, no había fantasmas, ni ruidos, nada de zombis o muertos saliendo de sus tumbas. Para entrar escaló la puerta principal y sin que nadie lo viera logró entrar. El lugar estaba frío y solitario y visto con la lámpara, que tenía poca batería, era tal como se ve de día, como se ve cualquier otro lugar lleno de muertos, únicamente con restos de gente bajo tierra. Pensaba en todas las historias de fantasmas que contaban en la escuela y en familia y que le aseguraba su padre que eran ciertas… O igual de tramposas que lo ocurrido el día que su amigo Oscar lo llevó al fondo de la escuela secundaria. “¿Puedes ver esa ventana que está al final? Dicen que es de una casa embrujada”, le había dicho su amigo al tiempo que llegaban sus otros compañeros corriendo detrás de él. Lo habían amarrado y le gritaban que lo dejarían ahí para que se lo llevara una bruja. Su amigo Oscar salió también corriendo, todo era una trampa.  
Llegaron los recuerdos de los abusos de sus compañeros, la ocasión que lo dejaron sólo en el bosque un día de excursión. Era la secundaría, era un viaje a una zona montañosa, y ni recordaba dónde había sido. Lo habían abandonado a mitad del camino “Corre, corre o te quedarás”… todos lo habían hecho enojar durante toda la vida, tratando de espantarlo con cosas que no existían. Ahora en preparatoria les iba a demostrar que no tenía miedo “Tú nunca entrarías al panteón porque eres un cobarde” le habían dicho en una fiesta. Salían todos de clase y había una fiesta en que beberían un poco, y como siempre, Arturo fue el centro de atención debido a sus ya conocidos miedos, muchos conocidos y muchos inventados; miedo a la noche, a sus compañeros, a quedarse sólo; era el alumno que todos maltrataban.

La noche fue tranquila, se había sumido en sus recuerdos desde el momento que entró, caminó a través de las tumbas observando y disfrutando del leve viento. A su alrededor estaban las tumbas con sus cruces y ángeles que lo vigilaban, no había ningún tipo de ruido; para darse una mayor seguridad realizó un pequeño recorrido, considerando no visitar la sección más antigua, la cual sí le daba miedo. Pasaron las horas y prefirió quedarse dentro del callejón que formaba un grupo de tumbas que simulaban mausoleos, en su recorrido no había encontrado otra cosa que el siseo del viento. Eligió el lugar como refugio, había acomodado una cama de periódicos, su cajetilla de cigarros y su medio litro de tequila. Se había prevenido de no emborracharse; tomó un trago y pensó qué dirían todos sus compañeros. Juan, Carlos y Diana sabían que iría al panteón esa noche y ya comunicaban a sus compañeros lo ocurrido; esa noche nadie creyó lo que se decía, y así los padres de Arturo no se enteraron de nada.
Escucho un leve quejido en la tumba en que se encontraba recargado, salto de miedo y tuvo el impuso de correr, de escalar a saltos la puerta principal. Escucho detenidamente y descubrió que era el viento al pasar por su pequeño callejón, ya estaba un poco bebido y sin que se diera cuenta ya había llegado la media noche, quedaban seis largas horas para el amanecer. Los árboles se movían con un extraño ritmo, era como si gigantes bailaran a su alrededor, sintió un poco de  miedo, también observó pequeños arbustos que movían cerca de él. Se dirigió al final del rincón, se cubrió con su chamarra la cara y prefirió no ver hacia afuera, lleno de miedo comenzó a gritar y pedir ayuda. Nadie lo escuchó, el viento que se movía en todas direcciones retenían sus palabras. Su cuerpo lo comenzaba a sentir frío y llegaron a su mente las palabras de sus compañeros, de sus padres, de sus familiares. No podía saber que decían esas palabras y petrificado por la sensación se desfalleció durante unos minutos.

Paso la noche sin ningún suceso extraño, había imaginado muchas cosas y no llegó a su escondite el fantasma que muchos decían que vagaba ahí, de la supuesta llorona que cada año visitaba el lugar, o el espíritu del anterior velador. Pasaron cuatro horas después de la media noche, por suerte no estaba es despierto a las tres horas – la supuesta hora maligna -, tampoco había escuchado gatos chichando como niños, ni brujas volando por los árboles. Faltaba poco para que saliera el sol y la noche no era realimente fría, decidió salir a caminar un poco. El silencio lo aterro, esperaba que algo lo hiciera correr, en cambio no había nada a su alrededor, algunas tumbas estaban abiertas y con miedo observo hacia adentro, estaban vacías, las bóvedas que estaban alrededor del panteón tenían flores marchitas, los ángeles vigilaban pero eran de tamaño tan pequeño que no daban miedo. Pasaron las horas y logró mantener la calma.

Pudo ver el cielo mucho más claro, incluso algunas estrellas que apenas alcanzaban a verse desaparecieron. La noche había terminado y el panteón era como una fotografía vista desde el momento en que entro, caminó con calma y se dispuso a terminar con su reto. Probaría a todos que no era un miedoso y que además las historias de fantasmas eran una tontería. Ahora podría patearles el trasero a todos, saldría y lo verían todos con respeto. Avanzó considerando que se quedaría un momento junto a la reja de entrada, y dentro del panteón, para que lo vieran sus amigos, a su lado podía ver los pasillos interminables de tumbas y ángeles, ya más nítidos por la luz.  Fue cuando sintió un fuerte jaloneo en su tobillo, cayó al suelo lastimándose la cara y codos, sintió que algo lo arrastraba hacía atrás. Era la mano de un muerto que no lo dejaba salir del panteón, lo sujetaba del tobillo con tanta fuerza que le fue imposible zafarse. En el suelo, y jadeando de miedo, y sin poder gritar, Arturo jaló su pierna lo más fuerte que pudo; frente a él estaba la puerta y no podía creer lo que le estaba pasando. El lleno de desesperación tuvo paro cardiaco y no logró escapar. Antes de morir miró la puerta y todo se nublo, intento alcanzarla pero lo invadió el dolor y el miedo… no se pudo ya mover.

Al siguiente día los vecinos reportaron un posible cuerpo sin vida en la entrada del panteón. La policía llegó junto con el vigilante, que habían encontrado amarrado y temblando de frío en su oficina. Revisaron el cuerpo de Arturo, lo encontraron con un cable enrollado al tobillo y con el pie casi cercenado.
El vigilante narró cómo lo había golpeado y amarrado para dejarlo casi sin vida y agradeció a los policías que lo hubieran ayudado. El doctor que revisó el cuerpo desenredo el alambre que Arturo tenía en su pie, “con la poca visibilidad de la madrugada pisó un alambre y al jalar su pie se hizo un fuerte nudo” narró el médico a los forenses que ya habían llegado al lugar. Se dictaminó que había muerto justo a la salida del sol, a las seis de la mañana, debido a un paro cardiaco por el accidente ocurrido. 


Los policías reían un poco y la gente ya comenzaba a mirar con morbo la entrada del panteón. El sol calentaba la mañana y en la ciudad se daban las terribles noticias a familiares y amigos. 



miércoles, 14 de enero de 2015

Días maravillosos de JG Ballard.

Días maravillosos es un relato incluido en Mitos del futuro próximo, del año 1982, un cuento escrito por J G Ballard. 

El cuento es un pequeño diario escrito por Diana que viaja al Caribe. Comienza el 3 de julio de 1985 en el hotel Imperial, Playa Inglaterra Las Palmas (Gran Canaria). Comienza cuando Diana cae en el encanto del hotel imperial, la gente sale a las obras de teatro, nado a la playa, animadoras de actividades al aire libre y en los restaurantes hay abasto suficiente, su compañero se siente atraído por las actividades en la playa, pero al avanzar el cuento se siente encerrado en una prisión.

“(…) Este es un sitio extraordinario, a unos treinta kilómetros al sur de Las Palmas y sobre la costa, un complejo turístico flamante con todos los entretenimientos imaginables, que se pueden concertar con solo apretar el botón que está al lado de la cama. ¡Ahora mismo voy a pedir una hora de esquí acuático, seguida de masajes suecos y peluquero!”

Diana escribe sin saber si sus cartas llegan a su esposo, además que no sabe ya mucho de Richard; a mitad de cuento este ya se siente un rebelde de la isla... Los turistas en cambio no paran de llegar y la diversión es continua; el hotel no tiene problemas para solventar los gastos de alimentación y hospedaje. Se tienen rumores de una posible deportación masiva de ciudadanos británicos. 

“Aparentemente, en vez de llevarse a la gente de vuelta desde las Canarias, las líneas áreas han estado mandando los aviones al Caribe para recoger el tránsito norteamericano que vuelve de las vacaciones. Los pobres británicos nos vemos entonces detenidos indefinidamente en el mismo bote. Lo más asombroso de todo es que una se acostumbra. La gente del hotel es un verdadero encanto, nos ha solucionado todos los problemas, ingeniándoselas para organizar entretenimientos de todo tipo”

El final es impecable, y se deja al amable lector, un final que nos muestra a Ballard como un autor innovador y que siempre estuvo a la vanguardia de la literatura. La clave del relato de Ballard es que conforme van sucediendo los días las cosas no son como parecen ser. 

Ballard es recordado como un atrevido escritor de ciencia ficción, que dejo atrás las naves espaciales y el espacio exterior. Con su gran obra literaria nos trajo de regreso a la Tierra y nos propuso vivir nuestro propio mundo. Así como podemos observar en la siguiente cita:


- ¿También saldrás al espacio exterior? En este lugar ya no hay nadie. 

- No, quiero quedarme aquí, preservar el estilo de vida en la Tierra para el día que todos regresen. 
Aparato de vuelo rasante. J G Ballard.

Para finalizar aquí esta una imagen, tomada explorando mi ciudad, del lugar muy semejante del cual pudo haber comenzado el viaje de la protagonista. 



viernes, 2 de enero de 2015

El comienzo de un nuevo año

“El mundo es una exhibición de atrocidades” J G Ballard. Con la frase anterior podemos describir el año que vimos pasar ante nuestra vista. Si bien podemos recordar muchos hechos agradables, en lo personal y respecto a los noticieros, nos quedan imágenes borrosas por todo lo ocurrido a nivel local, nacional y mundial. Comenzando por lo local, los periódicos nos dejan un metálico sabor de boca, la violencia del narcotráfico dejó muertos y familias desamparadas. Fueron comunes las muertes de agriculotres, mecánicos, comerciantes, policías y algún político de menor categoría, sintiéndose el miedo en cualquier barrio o pueblo. Un toque de queda paramilitar en toda la regla; es común observar camionetas del narcotráfico vigilando las calles durante la noche. Y sin olvidar pueblos que por motivos de la llamada “mordida” tuvieron que cerrar gran parte de sus negocios y perder mucho de su dinero. Sin más, vivimos en un lugar en el cual no es fácil salir a la calle o dar cualquier información. Las ciudades se transformaron en lugares tan violentos como las selvas del pasado, llenas de guerreros con flechas y peligros a cada metro de avance.


Los pueblos de Michoacán quedaron en el olvido, hace por lo menos una década eran destinos turísticos para todo el mundo, siendo Pátzcuaro la puerta de lo maravilloso. Mascaras de madera, rica barbacoa, pirámides, hermosos lagos y las iglesias llenas de maravillas y milagros. En la actualidad Michoacán es controlado por la delincuencia organizada y por los llamados “autodefensas”, que detrás de su mascará política y social son grupos armamentistas. Los grupos de Hipólito y El Americano son dos grupos que pelean entre sí, además de luchar día y noche contra el narcotráfico, versiones aún tempranas de un México armamentista y que, posiblemente, llevará su libre empresa a la seguridad privada. Quedaron muy lejanos los viajes en solitario en el automóvil o mochila a la espalda, a cualquier pueblo que se visite se le puede confundir a uno con el espía de un grupo delictivo. Ahora el territorio mexicano lo podemos ver lleno de cámaras de seguridad y puestos de control; estos últimos de la policía o grupos de seguridad local –ya sea del narcotráfico o de sus ciudadanos-.

El más terrible suceso lo vivimos con la desaparición de cuarenta y tres estudiantes de una escuela normal, según medios oficiales quemados y torturados, posteriormente molidos y algunos entregados a los perros; todo bellamente narrado en televisión nacional. Los medios independientes narraron que el día que desaparecieron los estudiantes un terrible incendio comenzó en un pueblo cercano, una enorme pila de llantas se quemó fuera de control, y no llegaron los bomberos a tiempo para evitar el incendio. Según especialistas las llamas provocadas por tan fuerte incendio eran suficientes para quemar los huesos de cualquier ser humano. La cereza del pastel fue la visita del presidente de México –cuyo nombre omitimos para evitar susceptibilidades- a China, lo pudimos ver muy contento en televisión paseándose por el único imperio del pasado que persiste hasta nuestros días, mientras tanto nuestro territorio era un lugar de lágrimas y rencor. 

A nivel mundial tuvimos la desaparición de un avión comercial en el mar de Asía, suceso que todos conocemos, simplemente se paseó por lugares como Java, indonesia, muy cerca de Australia y finalmente desapareció para siempre. Se buscaron manchas de aceite, restos del avión – sillones, cables, maletas – pero no se encontró nada. Cientos de barcos e incluso internautas con imágenes satelitales dieron su opinión. Nadie encontró nada. Evento que también tuvo su propia cereza: los ejércitos del mundo no aportaron dato alguno para encontrar el avión. Y justo a final de año en China, nuevamente, se tuvo una estampida de personas que corrían detrás del dinero arrojado desde una ventana. Un evento muy diferente a las clásicas estampidas de la India en eventos religiosos. El gobierno Chino declaró que buscaría a los culpables pero diversos periódicos dijeron que no se habían arrojado billetes sino bonos de descuento. Recordemos que los periódicos chinos son prácticamente medios gubernamentales. 

Es posible, con un poco de esfuerzo, narrar todo lo ocurrido, desde Ucrania a Cuba, desde Ciudad Juárez a Ayotzinapan, desde mi ciudad en la colonia Guadalupe y terminando en el Barrio de San Juan, sería posible pero también siniestro. En todos los lugares mencionados podemos encontrar un mundo aún por explorar, lugares que están en los mapas y que por diversos eventos no podremos recorrer sin un ligero escalofrío... o inseguridad. Creemos conocer nuestro entorno, pero prueba de que tal vez no sea verdad es la forma en que miramos a travez de la ventana cuando sabemos que algo ocurre fuera. Esperemos que este 2015 nos traiga mejores sucesos y nos permita saber dónde nos encontramos realmente.