Se dirigía hacia la parada del autobús cuando vio el letrero que anunciaba: "Armería de Harvey. Remington, Winchester, Colt, Smith&Wesson. LOS CAZADORES SON BIENVENIDOS."
Del cielo grís caían unos ligeros copos. Era la primera nieve del año y se posaban en el pavimento como blancas burbujas de soda, deshaciéndose luego. Vio pasar a un chico con un gorro rojo de punto, la boca abierta y la lengua fuera para cazar un copo, elevando la cebaza hacia el cielo.
Se detuvo frente a la armería de Harvey, vacilante, periódicos de la última edición. Los titulares rezaba: SE MANTIENE EL INESTABLE ALTO AL FUEGO.
En la parte inferior del estante, un letrero blanco deslucido advertía: ¡LE ROGAMOS PAGUE SU PERIODICO! ÉSTA ES UNA VENTA DE CONFIANZA. EL COMERCIANTE DEBE PAGARLOS TODOS.
Hacía calor en el interior. La tienda era alargada y no muy ancha. Sólo había un pasillo. En una estantería situada a la izquierda había expositores de cristal llenos de cajas de municiones. Reconoció de inmediato los cartuchos de calibre 22 porque cuando era un niño, allá en Connecticut, tuvo un rifle del 22 de un solo disparo.
Contratapa: Barton Davis es un hombre dispuesto a no dejarse avasallar por las atrocidades del progreso urbano, y menos si éste se materializa en forma de una carretera que pasará por delante de su casa y trastocará su apacible existencia. Así pues, Barton se arma con una Magnum 44, un fusil de alta precisión y una provisión de explosivos, decidido a detener la construcción de la nueva carretera a cualquier precio...
No hay comentarios:
Publicar un comentario